lunes, 13 de junio de 2011

Nacimiento de Antonio Neumane


Antonio Neumane 


Antonio Neumane Marno (nacido Antonio Neumann en Córcega, 13 de junio de 1818 — Quito, 3 de marzo de 1871) es un compositor, pianista y director de orquesta ecuatoriano de origen alemán (nacido en Francia de padres alemanes (Neumann es uno de los apellidos más comunes del idioma alemán).

Nació en la Isla de Córcega (Francia) el 13 de junio de 1818. Estudió en el Conservatorio de Quito, donde obtuvo el título de profesor de música, y en los Conservatorios de Ambato. Europa y Sudamérica, actuó como maestro de coros en el teatro de Santiago de Chile, e inició una gira con una compañía en Perú, pero finalmente se instaló en Guayaquil en el año 1841. Fijó su residencia en Las Peñas, donde años antes se entrevistaron Simón Bolívar y José de San Martín sobre el futuro de la independencia americana, en donde le llegaban repetidas peticiones a que escribiera la música del Himno Nacional de este país. Se cuenta que sólo en una noche de inspiración decidió escribir la música. Fernando I le entregó una condecoración, y el gobierno le nombró director de las bandas de música del ejército.

Es conocido por ser el compositor del actual Himno Nacional del Ecuador. El himno se estrenó el 10 de agosto de 1870, en la Plaza de la Independencia de Quito, con Neumane de director.

El mismo año, Gabriel García Moreno lo contrató para que organizase el Conservatorio de Quito, del que fue director hasta su muerte. Fue el primer director del Conservatorio Nacional de Música de Quito. Los documentos de otras obras suyas se perdieron en el gran incendio de Guayaquil de 1896.

Neumane murió en Quito el 3 de marzo de 1871 mientras dirigía el Conservatorio de Música. Sus restos se trasladaron a Guayaquil y depositados en el Templo de San Francisco.

Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

DÍA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Y LA SEQUÍA


La Asamblea General de Naciones Unidas designó, en 1994, el 17 de junio como "Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía". Este día marca el aniversario de la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.

La desertificación afecta a más de 110 países y cada año se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva. Según Ecologistas en Acción en España el 40% del suelo esta amenazado por los procesos de desertificación, pero a pesar de ello, el Ministerio de Medio Ambiente ha sido incapaz de detener la desertificación, principal obligación contraída por el Gobierno español tras firmar, en 1996, el Convenio de Lucha contra la Desertificación.

Aunque los sucesivos gobiernos han recalcado que la protección de los suelos es una de las prioridades del Estado, la realidad es que este aparente interés se desvanece entre promesas y retóricas vacías. Está claro que a pesar de que el diagnóstico cartográfico y científico del problema induce a pensar que se sabe técnicamente como frenarlo no se toman las medidas adecuadas.

España se encuentra a la cabeza de los países desarrollados afectados por la desertificación. Uno de los principales factores desencadenantes de esta situación es la erosión o pérdida de suelo fértil. El 42% del territorio español, 21 millones de hectáreas, está sometido a procesos de erosión que superan los límites tolerables, (pérdidas de suelo de 12 toneladas por hectárea y año) y el 12%, 6 millones de hectáreas, está sometido a erosión muy severa, con pérdidas de suelo superiores a 50 toneladas por hectárea y año. Para el conjunto del Estado se calcula una pérdida total anual de suelo de 1.156 millones de toneladas. Si se tiene en cuenta que la tasa de formación de suelo varía entre 2 y 12 toneladas por hectárea y año, se reparará en la magnitud del problema.

Las zonas más afectadas se encuentran en Andalucía, Castilla-La Mancha, Levante y Murcia.

Entre los principales factores que desencadenan esta situación se encuentran la explotación insostenible de los recursos hídricos, que es causa de graves daños ambientales, incluidos la contaminación química, la salinización y el agotamiento de los acuíferos. Pérdidas de la cubierta vegetal a causa de repetidos incendios forestales. Concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo de masas y la agricultura de regadío.

Para Ecologistas en Acción, las actuaciones en materia de protección de suelos deben tener como principal objetivo el desarrollo de una gestión sostenible de las tierras agrícolas, de los recursos hídricos y de la ordenación del territorio. Sin embargo, las políticas que lleva a cabo el Gobierno en materia agrícola, urbanística e hidrológica se aleja cada vez más de un modelo de desarrollo sostenible que pudiera prevenir la degradación de nuestras tierras